jueves, 12 de mayo de 2016

Algún día llegaras a mi edad, Los olvidados de la armonía


Eran las 3 de la tarde y yo me encontraba en la calzada de la Armonía, cansado y con mucha hambre, me dirijo a la casa del adulto mayor (La Armonía), caminando hacia la puerta principal me llegaban oleadas de comida que olía muy sabroso y yo muriéndome de hambre, llegando a la entrada principal de la casa intente abrir la puerta, pero no se podía abrir.

Una señora como de 80 años estaba señalando hacia arriba pero no lo quise hacer caso, y enseguida otra  señora muy joven como de unos 35 años, muy bien arreglada, se acercó hacia mí y me dijo: “Hola Diego, tú me las vas a pagar, tú me pusiste algo en la cara y me tapaste la nariz”, retirándose la señora con los pómulos rojos de coraje.

Yo asustado sin saber que hacer o que decir, voltee hacia arriba y no me di cuenta que la primera señora de 80 años, me indicaba que tenía que tocar la campana para poder entrar, rápidamente toque la campana y se abrió la puerta, yo con temor de que la señora joven de 35 años se me dejara ir a hacerme algo, fui entrando en busca de Daniel Sánchez Mendoza que es el director de la asociación.

Una señora iba saliendo y le pregunte: que donde se encentraban las oficinas de información, me las señalo y me dirige hacia las oficinas, no encontrando a nadie, y ya eran las 3:40 de la tarde, yo desesperado, sin que nadie me atendiera, se acerco una señora que padece de diabetes, y de su misma enfermedad a la señora le ha disminuido la vista.

La señora, me pidió que la llevara a sacar un jugo de guayaba de la maquina que tienen en la misma casa del adulto mayor, muy centrada la señora, al llevarla pude observar mas partes de la casa, esta algo amplia, en ese mismo lugar se sentía, triste, muy tenso y con mucha soledad, gritos de personas quejándose, gente hablando por los pasillos, personas bailando solas y riéndose.

En la casa del adulto (la Armonía) encuentras muchas personas de diferentes edades como de 65 años en adelante, estatura y problemas, tal como lo es el caso de Julián Amezcua Gómez, el vivió en la esperanza, rumbo tonila Jalisco tiene 84 años y su mujer se le murió, quedo solo, tuvo que irse con una familia que se hiso cargo de el antes de que muriera la esposa de Amezcua, misma familia no lo querían y lo echo para la calle, una señora de Coquimatlàn, le aviso con tiempo a Julián Amezcua que la familia que había firmado por el, lo querían echar para la calle.

El mismo Amezcua ya lleva 5 años en la misma casa “La Armonía”, el nos dice que ya se resigno a estar ahí, ya que no tiene, familia, madre, hermanos ni nada, tiene primos hermanos pero que el hace de cuenta que no tiene nada, no responden por él, ni se preocupan por saber en dónde está.

El día del padre, en la casa la Armonía hubo presentación de bailables, uno de sus regalos fue un pañuelo, pero el comenta que fuerce diferente haber convivido con su esposa y familia que ahorita no tiene.

Julián dice: que los primeros días que llego a la Armonía, no podía hallarse, ya que todos tenían sus familias y con él no había nadie, Julián Amezcua tiene un compadre aquí mismo en Colima, él le dice que lo visite pero no se ha cercado para nada.


Nos dice: que el asilo ya formo parte de su familia, y que se siente orgulloso por ser “rey de la primavera” en un evento del asilo, también dice que no sabe leer ni escribir, pero que ahí mismo les ayudan aprender y que le da gracias a la casa del adulto mayor por haberlo ayudado.

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