Mucha gente le tiene miedo a enamorarse,
aunque en el fondo es lo que más quisiera. Todos alguna vez hemos sentido el
corazón alborotado y mariposas en el estómago por alguien y también hemos
padecido de corazón apachurrado y una patada en el estómago de parte de
alguien. Ja, ja Sin embargo, cuando estamos enamorados nos sentimos más vivos
que nunca, motivados, ilusionados, entusiasmados y por lo mismo, poderosos.
Cada experiencia que tenemos en la vida nos va marcando de alguna forma, pero
la manera en que nos reponemos a las cosas difíciles es la que nos sigue
abriendo nuevos caminos.
Quien se queda con miedos y resentimientos
sólo puede seguir abriendo cierres de pantalón. Pero quien se queda con su
propio enamoramiento y se da cuenta de cuánto crece al sentir amor, siempre
logra abrir más corazones y quedarse para siempre en ellos.
Hay personas que cuando empiezan una
relación van, como decimos aquí en México “midiéndole el agua a los camotes”
disque para no salir lastimadas. Personalmente creo que eso es un absurdo
porque si apareció la persona que te enciende y alborota por dentro y por
fuera, no lanzarte con todo es el mayor desperdicio en la vida. Primero porque
aunque alguien ajeno a ti te provoque o despierte amor, quien lo siente,
disfruta y se transforma con él es uno mismo. Entonces, siempre vale la pena
enamorarse. Además, por más entusiasmado que llegue a estar uno por la otra
persona, si sientes que te están poniendo a prueba, por lo menos yo abandono la
competencia. No me gusta que me traten como a “ratita de laboratorio”. Todos
pasamos buenos y malos momentos en el amor, los que nos consideramos intensos,
apasionados, cachondos y enamoradizos, siempre somos más susceptibles a salir
lastimados, sin embargo, siempre somos personas más felices que los que “creen”
vivir controlando sus emociones y sentimientos.
Uno se debe entregar por completo porque la
otra persona se lo merece, porque por parte de ambos cuesta superar nuestros
miedos, recuerdos, traumas e inseguridades del pasado ¿y qué necesitamos para
hacernos más fácil el proceso? un corazón, una emoción, unos brazos y un cuerpo
dispuestos a protegernos, a hacernos sentir un calor y un olor nuevo que
milagrosamente se vuelva el remedio que nos haga olvidar para volver a creer.
Cuando sólo una de las partes se entrega, la otra no olvida sus miedos. Cuando
los dos se avientan con todo, la vida toma sentido por sí misma. Esa energía,
esa ilusión en dos miradas, esos cuerpos desenfrenados y esa pasión latente
hace temblar nuestro mundo y le inyecta alegría a la vida de otros al toparnos
cruzando la calle con una sonrisa de oreja a oreja y un semblante descarado de
amor y confianza.
Creo que en el lograr soltar el pasado y
abrazar el presente radica “la magia de coincidir”, de coincidir con el alma y
el corazón de otra persona.
Cuando la otra persona no se entrega por
completo, no logra borrarnos tantas historias dolorosas que, sin darnos cuenta,
se han quedado en nosotros.
Uno puede entusiasmarse por alguien sin
lograr entregarse. Es muy fácil tener sexo con alguien cuando sabes que lo
único que van a involucrar es lo que traes del ombligo ´pa abajo. Pero cuando
sientes química y atracción por otra persona, quizás todo funcione menos lo que
tienes del ombligo ´pa abajo. ¿No les ha pasado? A mi sí. Ja, ja Sentir algo muy fuerte por la otra persona y
desesperarte porque lo único que se te para cuando te vas a la cama es el
corazón… #noesdedios Ja, ja. Entonces,
empieza un “mal viaje personal” de pánico y el darle vueltas y vueltas a eso en
la cabeza, nos hace que todo vaya empeorando. Si eso te ha llegado a suceder o
si justo en este momento andas con estas historias, como amigo te puedo decir
una cosa: no te preocupes. Si no se te alborotan al mismo tiempo el corazón y
lo que traes debajo del pantalón, entonces esa no es la persona indicada para
ti. Pero si te llega a suceder y la otra persona te llena de ternura, de besos,
te abraza y te dice: “no importa, ya iremos descubriendo juntos cómo relajarnos
y hacernos funcionar perfecto”, seguramente su mirada transparente será la que
te haga sentir el orgasmo más grande de tu vida. Y ese orgasmo llegará tan
dentro de ti que logrará borrar los miedos que ni siquiera recordabas.
Así que a entregarnos con todo y a ir
desencantando “sapos asustados” para convertirlos en los príncipes o princesas
que tanto estamos buscando.
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