Hoy quiero profundizar en este tema y explicarte algunas
generalidades respecto a cómo elegimos una pareja. Vayamos por pasos, todo
inicia en la infancia pues los padres (principalmente las madres) son la
primera imagen afectiva con la que nos relacionamos. La forma en la que nuestra
madre nos dé afecto es cómo en un inicio lo vamos a solicitar. Posteriormente
entran en el panorama el resto de la familia, el padre, hermanos, tíos,
abuelos, etc. De este modo cuando estamos pequeños nos vamos identificando con
aquellos miembros con los que nos llevamos mejor. Es decir, comenzamos a copiar
ciertos patrones de conducta de los miembros de nuestra familia con los que nos
sentimos más cuidados, queridos, etc.
Ahora, otro fenómeno que sucede en la infancia es el
aprendizaje de la dinámica familiar. Esto se refiere a que de pequeños
aprendemos a relacionarnos en función de cómo se llevan los miembros de nuestra
familia entre sí. Esta parte es la que determinará en mayor medida nuestras
relaciones afectivas en la vida adulta. De acuerdo a esto, siempre existen dos
opciones, la positiva y la negativa. La positiva se refiere a que la persona
reproducirá tal cual la dinámica aprendida en la familia en su vida adulta. La
negativa refiere que evitará o actuará de forma opuesta a dicha dinámica.
Tomando en cuenta lo anterior, te explico algunas
dinámicas que puedes encontrarte a la hora de elegir pareja. Ojo, no son todos
los modelos de dinámica que existen, pero son los más comunes.
1. -
Familias
Estructuradas. Este tipo de familias son las “ideales”, son familias en la que
uno o ambos padres fueron afectivos con los hijos. Los conflictos en la familia
no llegaron a las agresiones y se solucionaban dialogando. Como resultado, las
personas que provienen de este tipo de dinámica, buscarán en la función
positiva comprometerse, dialogar y construir una relación de pareja madura. En
la función negativa, serán personas centradas en sí mismas, caprichosas y que
demandarán constante afecto de sus parejas, resultando frecuentemente
insatisfechas.
2. 2.
Familias Semisestructuradas. Estas familias estan compuestas por solo la madre
o el padre. Incluso puede que la función principal la cumpla otra persona
(abuela, tios, etc). En esta dinámica si la figura principal no brindó la
suficiente atención, entonces la persona en la función positiva buscará
relacionarse con personas que no le brindarán la atención suficiente y estará
tratando de cumplir las expectativas de su pareja. Por la parte negativa, es
probable que la angustia de no tener la suficiente atención de pequeño, le
lleve a solicitar constantes muestras de afecto de su pareja, llevandole a ser
poco tolerante ante la frustración.
3. Posición
Paterna. En muchos casos, los hijos de una familia, sobretodo los mayores,
suelen tener que hacerse cargo de los hermanos e incluso de los padres. Esto
los lleva a “madurar” más rápido. De este modo en la vida adulta y en la
función positiva buscarán relacionarse con personas más jóvenes o bien que
necesiten ser cuidadas o “rescatadas”, siendo muy protectoras con su pareja. En
la parte negativa, buscarán entonces alguien mayor que cumpla la función de
esos padres que no estuvieron afectivamente hablando.
4. Hijos
Únicos. En este aspecto, si los padres fueron afectivos y atentos es propable
que en la función positiva sea una persona centrada en sí misma, pero podrá
entender la individualidad de su pareja. No obstante es probable que tenga
dificultades para comprometerse. En la funcíon negativa, tendrá dificultades
para expresar su afecto y buscará evitar las relaciones de pareja duraderas.
5. Familia
Violenta. Desafortunadamente este tipo de familias son muy comunes. Ya sea que
la violencia sea entre los padres o bien de los padres hacia los hijos. Las
personas provenientes de este tipo de familias, en la parte positiva buscarán
involucrarse con personas que les desvaloricen y esten en conflicto constante.
En la negativa, puede que la persona al evitar esa dinámica sea tan tolerante
que llegue a tener dependencia hacia la persona.
Es importante mencionar que las
dinámicas antes mencionadas pueden marcar la elección de pareja en la vida
adulta, sin embargo hay que recordar que si tu dinámica te es satisfactoria no
debe verse como algo negativo. Sin embargo, si tu elección de pareja te ha traído
problemas o insatisfacción es fundamental que busques orientación para
modificarla. Como lo he mencionado al principio, estas son solo algunas de las
dinámicas que pueden marcar la elección de pareja en la vida adulta. No
obstante hay más elementos que juegan un papel importante en la elección de
pareja, como lo es el tipo de apego y la personalidad. Es por ello que al ser
un tema muy profundo te hablaré de todos esos elementos más adelante. Mientras
tanto obsérvate, ¿Te identificas con alguna dinámica?, ¿estas satisfecho con la
forma en la que eliges pareja? cuéntamelo en los comentarios o sígueme en https://cafeconletrasdaor.blogspot.mx/
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