sábado, 14 de mayo de 2016

BUSCAMOS EL AMOR EN LOS RECUERDOS, DE CAMA EN CAMA Y DE BESO EN BESO?


He estado escribiendo últimamente sobre la búsqueda constante del amor en los recuerdos, de cama en cama, de cuerpo en cuerpo. A veces esa búsqueda nos deja vacíos pero resulta inevitable. Tenemos que seguir viviendo y con la esperanza de toparnos con un maravilloso sentimiento. No podemos forzar las cosas. “El amor es un acto de voluntad pero sobre todo, es la magia de coincidir”. Es un regalo el llegar a toparnos con esa química en unos ojos, en una piel, en un beso y en el más grande estallido del cuerpo.
Conforme pasan los años y vas creciendo, quizás se vuelva un poco más difícil sentirte cómodo, contento, divertirte y encontrar química con alguien. No vamos a negar que suele doler y puede llegar a causar desesperanza. Sin embargo, cuando llega, sabes que tienes que vivirlo con todo tu ser. Disfrutarlo y agradecerlo. El tiempo no importa. Lo que se queda para siempre es la forma en la que decidimos vivir los momentos y el recuerdo que nos queda de ellos. Ya no soy un niño, ni un adolescente en cierta forma, pero en otra soy un chamaco con la pasión, el deseo, el morbo, el amor y la garra de un adulto.

Qué maravilla es la vida y cómo llegamos a menospreciarla. De pronto tus ojos y sonrisa se topan con alguien que te ha gustado toda la vida. Pero además de esa atracción física, va una intriga, un misterio, una magia de por medio.

Que la apatía no se apodere de nosotros para dejar ir a esa persona. Que la pasión, la vida y el deseo de estar vivos nos haga regalarnos experiencias y momentos. Pasé una madrugada lleno de enojo y coraje conmigo mismo por el miedo a acercarme a quien de verdad me gusta. Pero lo enfrenté. lo superé y tomé la decisión de mostrar interés sin pensarlo mucho y sintiéndolo demasiado.

Así como lo hacíamos cuando más jóvenes. Es la única forma de coleccionar instantes, experiencias y de ir llenando y haciendo crecer al corazón. Nuestras inseguridades nos frenan, sin embargo, cuando alguien llega con gran fuerza, no hay nada que venza al instinto, a la magia, a la química, a los sueños. Cuando pasas los 30, tu idea del amor es mucho más libre, más grande, más sólida. Hoy entiendo que el amor es como la felicidad; se da por instantes pero es posible mantenerlos para siempre. Cada amor es distinto, cada magia y química se manifiesta de diferente forma. Todos cambiamos día a día y noche con noche. Y si bien, el amor es mucho más que un encuentro, ese encuentro especial nos hace amar la vida y recuperar la confianza en nosotros mismos.

Personalmente, llevaba mucho tiempo sin encontrar quien de verdad me gustara, me llenara, me moviera lo sufiiente para poder sacudir mis inseguridades y miedos. Hoy compruebo una vez más que cuando ha de ser será. No vale la pena querer forzar situaciones, emociones y sentimientos. Tomemos cada cosa como es sin pretender que sea diferente.

Apereces y tus ojos brillan iluminando toda tu existencia que para mi resulta maravillosa, me perturbas, me enfrenteas con grandes conflictos internos pero la fuerza que despiertas en mi, me lleva a superarlos y a disolverlos en un abrir y cerrar de ojos, en el primer escalofrío, en el primer roce. Comprendo que merezco y merecemos los dos este momento pero para que pueda ser maravilloso, debemos entrar en una zona libre de pensamientos. Como siempre, hablo por mi, desde lo más honesto que siento. Mensajes, llamadas y una primer visita. Un encuentro cómodo que pareciera ser de toda la vida. Besos, sonrisas, abrazos, cuerpos hinchados echando chispas hasta unirse más allá de los poros de la piel.

“La situación perfecta es aquella que sucede diferente a como esperabas”.

Pero eso ya lo entiendo y me maravillo cada que sucede. Un segundo encuentro: abrazos, caricias, sudor y el temblor del deseo. Y claro, una careta aparentando que todo es normal, casual y cotidiano. ¡Mentira! Es tan difícil encontrar a alguien que llene toda tu mente, tus deseos, tus manías y sueños con una mirada. No sabes lo que vaya a suceder ni hacia dónde te lleve tal situación, pero eso no importa. Importa sentirnos vivios y volver a creer. Cuando alguien así se cruza en tu vida, te llena de fuerza y de fe en ti mismo. Se que la fe en uno mismo proviene del interior, pero hay gente que te toca por dentro y te despierta, te saca del letargo y te hace sentir como nuevo.

Todos somos iguales por dentro. Tenemos un corazón, alma y cuerpo. Gay, heterosexual, bisexual, transexual… ¿Qué más da? la química nos sorprende por igual y un par de brazos se sienten como alas que nos hacen volar. Volar en el sudor, en el placer, en el aroma de una piel y en el sabor que queda en nuestros labios y se percibe en el aliento. Es como volver a nacer a fuego lento.


Me encontré con alguien de dos corazones, un eclipse y una frase tatuada que expresa su idea del amor. La comparto y la festejo. No pienso otra cosa porque la mente me alejaría del placer del momento y de la felicidad que siento al estar entrelazado en su cuerpo. Le miro, le beso y nos reimos viendo películas y videos. Yo hablo y hablo como siempre, sin parar. Pero hay alguien que me escucha y que sonríe.

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